Textos, el texto, Los

Programar, planificar y secuenciar son la base de la eficacia educativa; esto es, de la selección adecuada de contenidos y de su distribución coherente, del diseño apropiado de las actividades y, finalmente, del establecimiento de los criterios de valoración y evaluación. Lo anterior no significa, por supuesto, ni dogmatismo ni burocratización estéril, antes bien, en la planificación deben compaginarse la rigurosidad científica y didáctica con la creatividad y la iniciativa, ambas imprescindibles para desarrollar la actuación educativa que, sin duda, está definida por supuestos y elementos constantes y, al mismo tiempo, por los cambios debidos a la variabilidad de las situaciones educativas concretas. Este trabajo, por todo lo anterior, debe entenderse simplemente como la oferta de unas pautas o supuestos que puedan ayudar a conseguir la adecuación y eficacia educativas y didácticas que, al fin y al cabo, son los objetivos que han de perseguirse en las plurales y múltiples intervenciones en el aula.